
“avenida saenz 1073”, un barrio nublado y suave
Selena Prat visita la casa de su infancia acompañada por Martita, la mejor amiga de su madre. La casa ahora es un gimnasio regentado por Omar Patiño, el Clint Eastwood de Selena, y hombre prolijo que ha conseguido mantener el gimnasio durante 40 años, mucho más tiempo del que duró la familia de Selena. Los protagonistas hacen un recorrido por el gimnasio y por sus recuerdos de 1985. Las antiguas habitaciones de la casa donde ahora están las cintas de correr, la habitación de Sarita, cuidadora de la abuela, el salón, el patio, la cocina y la terraza, que ahora es la sala de musculación.
Un paseo entre semi-culturistas y anabólicos mientras la hermana de Lucía Seles cuenta su fiesta de los 15, Omar confiesa la misteriosa forma en que compró la casa y Martita, la increíble amiga que vivió en Morón con sus perritos pequineses, su tortuga y un monito carayá, enseña sus fotos yeyé cuando fue contratada por la Pepsi.
La confitería Tropical, la heladería San Remo, la Banfield, o la Diva, en Ramos Mejía, son los escenarios para una pasarela de doctores y gobernad
ores de sanatorios, algunos de ellos odiosos, como el doctor García que debió morir electrocutado.
Algún combate de boxeo con una presentación brillante, por el sueño de Selena hace 02 años de ser jueza de boxeo y nunca la dejaron.
Pompeya, Florencio Varela, Ramos Mejía… Avenida Saenz 1073, un barrio nublado y suave.